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Patrimonio cultural inmaterial
(309 resultados)
Elementos representativos de los patrimonios de las comunidades que habitan el territorio.
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Corresponde a aquellos usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que los colectivos, grupos o personas reconocen como su patrimonio cultural y se transmiten de generación en generación. En 2008 Chile ratificó la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (Unesco, 2003), reflejo del compromiso estatal por fortalecer una comprensión más amplia de este acervo.
El Registro del Patrimonio Cultural Inmaterial en Chile responde a las indicaciones que la convención hace a cada Estado Parte. Por ello, enumera y describe los patrimonios culturales inmateriales de las comunidades que habitan el territorio nacional y/o se encuentran en riesgo.
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Canto a lo poeta
El Canto a lo Poeta corresponde a una tradición oral de tipo poético-m...
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Canto a lo poeta
El Canto a lo Poeta corresponde a una tradición oral de tipo poético-m...
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Tradición del tejido en Quelgo
La tradición del tejer en quelgo corresponde a un sistema de conocimie...
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Canto a lo poeta
El Canto a lo Poeta corresponde a una tradición oral de tipo poético-m...
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Tradición del tejido en Quelgo
La tradición del tejer en quelgo corresponde a un sistema de conocimie...
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Teatro tradicional de títeres
Como "una imagen plástica capaz de actuar y representar”, el títere es...
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Canto a lo poeta
El Canto a lo Poeta corresponde a una tradición oral de tipo poético-m...
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Baile de los Negros de Lora
El Baile de Negros es una expresión de religiosidad popular desplegada...
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Pasacalles devocionales de la cultura chilota
Las Bandas de Pasacalles de la cultura chilota son agrupaciones musica...
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Canto a lo poeta
El Canto a lo Poeta corresponde a una tradición oral de tipo poético-m...
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Canto campesino de la región del Maule
El canto campesino ha acompañado históricamente las festividades campe...
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Bailes chinos
El Baile Chino es un tipo de cofradía o hermandad de músicos danzantes que expresa su devoción a través de promesas o mandas que se cumplen mediante la participación en un cuerpo de baile que hace música y danza ritual, en el contexto de ceremoniales llamados "Fiestas de Chinos". Habitualmente un Baile Chino se conforma por dos columnas contrapuestas de chinos que tocan flauta, uno o más chinos que tocan tambor, un alférez o abanderado. El alférez es quien se encarga de transmitir, a través de un canto improvisado en décimas, los deseos e inquietudes de su gente a la imagen venerada.Su origen data del sincretismo producido entre la milenaria matriz indígena de la expresión y la liturgia católica occidental devenida del conquistador español en pleno proceso de conquista y colonia. A su vez, el vocablo “Chino” proviene de la voz quechua que se traduce como “servidor” o “siervo”, es decir; trabajador subalterno y en estado de servidumbre frente a las elites locales, y humilde servidor de las deidades del lugar representadas en las imágenes sagradas que ofician como patronas de cada pueblo. Este hecho, le da al Baile Chino la connotación de “devoción popular”. Por lo general, las Fiestas de Chinos congregan bailes de distintas localidades en un mismo lugar, con el fin de celebrar o conmemorar una determinada fecha del calendario litúrgico, en especial las dedicadas a la virgen patrona o “chinita” y aquellas consagradas a los santos patronos locales. Al respecto, cabe consignar que todos los Bailes Chinos se reconocen como miembros de una antigua tradición originaria de Chile, lo que se ve reflejado en las grandes fiestas religiosas del Norte Grande y Norte Chico del país –como La Tirana, La Candelaria de Copiapó y Andacollo– en las que son ellos quienes tienen el privilegio de portar el anda de la Virgen durante la procesión. De todos modos, y aunque la tradición de los Chinos presenta una gran similitud a lo largo del territorio que la comprende (desde la región de Tarapacá hasta la región Metropolitana), existen diferencias propias del ámbito cultural de cada región, comuna e incluso localidad.
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Canto a lo poeta
El Canto a lo Poeta corresponde a una tradición oral de tipo poético-musical basada en la memoria y el improviso, cuya expresividad popular viene a manifestar la cultura rural y semi-rural que pervive al día de hoy en los campos y poblados de Chile. Su práctica se realiza a través de la décima y algunas otras formas estróficas como la cuarteta. Al Canto a lo Poeta pertenecen las modalidades expresivas de Canto a lo Divino (de carácter netamente devocional), Canto a lo Humano (de carácter mundano), la paya, la cueca, el improviso o improvisación. Por lo tanto, el Cantor a lo Poeta, es la persona que domina casi en su totalidad la mayoría de estas facetas. Al respecto, si bien históricamente ha sido desarrollada principalmente por hombres, han existido y existen mujeres que la han llevado al más alto sitial de la cultura popular chilena, identificándose en ellas a algunas de las principales salvaguardadoras y transmisoras de la tradición.En cuanto a su origen y desarrollo, si bien comienza a situarse y diseminarse durante la conquista española en toda América, es en Chile con más de 400 años donde se asienta, toma fuerza y genera singularidades que la proyectan como tradición propia en; lo musical (tonadas o entonaciones), instrumental (guitarrón y guitarra traspuesta) y modos de representación (canto en rueda). Junto a lo anterior, se destaca el hecho de que el Canto a lo divino no solo se ha mantenido, sino que también ha prosperado y florecido cuando en otras latitudes del continente ya se encuentra totalmente perdido.Geográficamente, en la actualidad se desarrolla entre los valles del Norte Chico y la zona central de Chile, existiendo presencia de cultores de manera excepcional en otras zonas del país.
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Bailes chinos
El Baile Chino es un tipo de cofradía o hermandad de músicos danzantes que expresa su devoción a través de promesas o mandas que se cumplen mediante la participación en un cuerpo de baile que hace música y danza ritual, en el contexto de ceremoniales llamados "Fiestas de Chinos". Habitualmente un Baile Chino se conforma por dos columnas contrapuestas de chinos que tocan flauta, uno o más chinos que tocan tambor, un alférez o abanderado. El alférez es quien se encarga de transmitir, a través de un canto improvisado en décimas, los deseos e inquietudes de su gente a la imagen venerada.Su origen data del sincretismo producido entre la milenaria matriz indígena de la expresión y la liturgia católica occidental devenida del conquistador español en pleno proceso de conquista y colonia. A su vez, el vocablo “Chino” proviene de la voz quechua que se traduce como “servidor” o “siervo”, es decir; trabajador subalterno y en estado de servidumbre frente a las elites locales, y humilde servidor de las deidades del lugar representadas en las imágenes sagradas que ofician como patronas de cada pueblo. Este hecho, le da al Baile Chino la connotación de “devoción popular”. Por lo general, las Fiestas de Chinos congregan bailes de distintas localidades en un mismo lugar, con el fin de celebrar o conmemorar una determinada fecha del calendario litúrgico, en especial las dedicadas a la virgen patrona o “chinita” y aquellas consagradas a los santos patronos locales. Al respecto, cabe consignar que todos los Bailes Chinos se reconocen como miembros de una antigua tradición originaria de Chile, lo que se ve reflejado en las grandes fiestas religiosas del Norte Grande y Norte Chico del país –como La Tirana, La Candelaria de Copiapó y Andacollo– en las que son ellos quienes tienen el privilegio de portar el anda de la Virgen durante la procesión. De todos modos, y aunque la tradición de los Chinos presenta una gran similitud a lo largo del territorio que la comprende (desde la región de Tarapacá hasta la región Metropolitana), existen diferencias propias del ámbito cultural de cada región, comuna e incluso localidad.
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Canto a lo poeta
El Canto a lo Poeta corresponde a una tradición oral de tipo poético-musical basada en la memoria y el improviso, cuya expresividad popular viene a manifestar la cultura rural y semi-rural que pervive al día de hoy en los campos y poblados de Chile. Su práctica se realiza a través de la décima y algunas otras formas estróficas como la cuarteta. Al Canto a lo Poeta pertenecen las modalidades expresivas de Canto a lo Divino (de carácter netamente devocional), Canto a lo Humano (de carácter mundano), la paya, la cueca, el improviso o improvisación. Por lo tanto, el Cantor a lo Poeta, es la persona que domina casi en su totalidad la mayoría de estas facetas. Al respecto, si bien históricamente ha sido desarrollada principalmente por hombres, han existido y existen mujeres que la han llevado al más alto sitial de la cultura popular chilena, identificándose en ellas a algunas de las principales salvaguardadoras y transmisoras de la tradición.En cuanto a su origen y desarrollo, si bien comienza a situarse y diseminarse durante la conquista española en toda América, es en Chile con más de 400 años donde se asienta, toma fuerza y genera singularidades que la proyectan como tradición propia en; lo musical (tonadas o entonaciones), instrumental (guitarrón y guitarra traspuesta) y modos de representación (canto en rueda). Junto a lo anterior, se destaca el hecho de que el Canto a lo divino no solo se ha mantenido, sino que también ha prosperado y florecido cuando en otras latitudes del continente ya se encuentra totalmente perdido.Geográficamente, en la actualidad se desarrolla entre los valles del Norte Chico y la zona central de Chile, existiendo presencia de cultores de manera excepcional en otras zonas del país.
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Tradición del tejido en Quelgo
La tradición del tejer en quelgo corresponde a un sistema de conocimientos y técnicas de producción textil que conlleva la obtención y procesamiento de la lana de ovejas, posterior urdido e hilado, para finalmente realizar el tejido gracias al uso de un telar de madera posicionado de forma horizontal sobre el piso, llamado quelgo o quelgwo, el cual le otorga el nombre a esta práctica. Este sistema mantiene vigencia desde tiempos remotos, posible herencia prehispánica presente en el archipiélago de Chiloé. La comunidad se basa en una red familiar basada en pequeñas colectividades. Al interior de ella, las tejenderas, como así se definen ellas mismas, son las herederas y practicantes que transmiten los saberes, además de realizar la mayor parte de las etapas del proceso. También participan integrantes de su familia: los hombres aportan en la producción de lana, y en la construcción y reparación del quelgo, siempre guiados por los criterios de una tejendera; en tanto las hijas e hijos apoyan en tareas de urdimbre e hilado, y así también van aprendiendo de sus madres. Hay tejenderas más solitarias y otras que trabajan agrupadas en pequeñas sociedades para acompañarse y lograr mayor cantidad de prendas. El dominio de esta tecnología, resulta ser reducido en cuanto al número de personas que la ejercen en relación a otros oficios tradicionales como la cestería en la misma área cultural.En el campo o ciudades de Chiloé, las mujeres producen sus tejidos gracias a una estructura en madera y un set de otros instrumentos como el huso, la rueca y el asta que sirven para conseguir el hilado, y piezas como el ñerewe y parampawe, que sirven para para ir apretando el tejido en el telar. Los conocimientos específicos de esta tradición se sostienen en las técnicas estructurales y de ornamentación, que refieren a diversos nombres locales, pero constituyen para todas las tejenderas. representando un símbolo de la cultura chilota tradicional. La mayoría las tejenderas realizan su quehacer al interior de sus hogares durante todo el año: allí es donde disponen la ubicación del telar, normalmente en el espacio de la cocina, o en una habitación especial para ello. Este resulta ser el espacio natural de transmisión de las técnicas y conocimientos del quelgo, muchas veces tejiendo al finalizar la tarde mientras las demás tareas domésticas ya fueron realizadas. Es ahí donde madres e hijas, y familias completas, hilan y tejen el significado de una herencia cultural, al calor de la cocina, acompañándose de un mate con tortillas o churrascas. Es justamente este momento, donde se da el traspaso intergeneracional de saberes del tejido en quelgo y de cultura chilota, pues se habla de historias familiares del ayer, las anécdotas que las mayores recuerdan, o las vivencias del presente que reafirman la identidad cultural mientras el hilado transcurre entre sus manos.La tradición de tejido en quelgo es una práctica cultural entendida por las tejenderas como un oficio, visto como un trabajo que les ha permitido recursos económicos estables para sus familias. Los usos y venta de la producción textil en quelgo ha ido cambiando, lo que antes era para la propia casa y familia ha pasado a ser para la venta fuera de la casa y actualmente se centra principalmente en la venta a visitantes y tiendas especializadas. También han surgido nuevos productos que responden a las exigencias del mercado. Hay quienes siguen tejiendo a sus cercamos, otras venden a revendedores o acumulan para vender en ferias durante los meses de verano. También hay quienes venden directamente a compradores por medio de sus redes sociales.
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Canto a lo poeta
El Canto a lo Poeta corresponde a una tradición oral de tipo poético-musical basada en la memoria y el improviso, cuya expresividad popular viene a manifestar la cultura rural y semi-rural que pervive al día de hoy en los campos y poblados de Chile. Su práctica se realiza a través de la décima y algunas otras formas estróficas como la cuarteta. Al Canto a lo Poeta pertenecen las modalidades expresivas de Canto a lo Divino (de carácter netamente devocional), Canto a lo Humano (de carácter mundano), la paya, la cueca, el improviso o improvisación. Por lo tanto, el Cantor a lo Poeta, es la persona que domina casi en su totalidad la mayoría de estas facetas. Al respecto, si bien históricamente ha sido desarrollada principalmente por hombres, han existido y existen mujeres que la han llevado al más alto sitial de la cultura popular chilena, identificándose en ellas a algunas de las principales salvaguardadoras y transmisoras de la tradición.En cuanto a su origen y desarrollo, si bien comienza a situarse y diseminarse durante la conquista española en toda América, es en Chile con más de 400 años donde se asienta, toma fuerza y genera singularidades que la proyectan como tradición propia en; lo musical (tonadas o entonaciones), instrumental (guitarrón y guitarra traspuesta) y modos de representación (canto en rueda). Junto a lo anterior, se destaca el hecho de que el Canto a lo divino no solo se ha mantenido, sino que también ha prosperado y florecido cuando en otras latitudes del continente ya se encuentra totalmente perdido.Geográficamente, en la actualidad se desarrolla entre los valles del Norte Chico y la zona central de Chile, existiendo presencia de cultores de manera excepcional en otras zonas del país.
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Tradición del tejido en Quelgo
La tradición del tejer en quelgo corresponde a un sistema de conocimientos y técnicas de producción textil que conlleva la obtención y procesamiento de la lana de ovejas, posterior urdido e hilado, para finalmente realizar el tejido gracias al uso de un telar de madera posicionado de forma horizontal sobre el piso, llamado quelgo o quelgwo, el cual le otorga el nombre a esta práctica. Este sistema mantiene vigencia desde tiempos remotos, posible herencia prehispánica presente en el archipiélago de Chiloé. La comunidad se basa en una red familiar basada en pequeñas colectividades. Al interior de ella, las tejenderas, como así se definen ellas mismas, son las herederas y practicantes que transmiten los saberes, además de realizar la mayor parte de las etapas del proceso. También participan integrantes de su familia: los hombres aportan en la producción de lana, y en la construcción y reparación del quelgo, siempre guiados por los criterios de una tejendera; en tanto las hijas e hijos apoyan en tareas de urdimbre e hilado, y así también van aprendiendo de sus madres. Hay tejenderas más solitarias y otras que trabajan agrupadas en pequeñas sociedades para acompañarse y lograr mayor cantidad de prendas. El dominio de esta tecnología, resulta ser reducido en cuanto al número de personas que la ejercen en relación a otros oficios tradicionales como la cestería en la misma área cultural.En el campo o ciudades de Chiloé, las mujeres producen sus tejidos gracias a una estructura en madera y un set de otros instrumentos como el huso, la rueca y el asta que sirven para conseguir el hilado, y piezas como el ñerewe y parampawe, que sirven para para ir apretando el tejido en el telar. Los conocimientos específicos de esta tradición se sostienen en las técnicas estructurales y de ornamentación, que refieren a diversos nombres locales, pero constituyen para todas las tejenderas. representando un símbolo de la cultura chilota tradicional. La mayoría las tejenderas realizan su quehacer al interior de sus hogares durante todo el año: allí es donde disponen la ubicación del telar, normalmente en el espacio de la cocina, o en una habitación especial para ello. Este resulta ser el espacio natural de transmisión de las técnicas y conocimientos del quelgo, muchas veces tejiendo al finalizar la tarde mientras las demás tareas domésticas ya fueron realizadas. Es ahí donde madres e hijas, y familias completas, hilan y tejen el significado de una herencia cultural, al calor de la cocina, acompañándose de un mate con tortillas o churrascas. Es justamente este momento, donde se da el traspaso intergeneracional de saberes del tejido en quelgo y de cultura chilota, pues se habla de historias familiares del ayer, las anécdotas que las mayores recuerdan, o las vivencias del presente que reafirman la identidad cultural mientras el hilado transcurre entre sus manos.La tradición de tejido en quelgo es una práctica cultural entendida por las tejenderas como un oficio, visto como un trabajo que les ha permitido recursos económicos estables para sus familias. Los usos y venta de la producción textil en quelgo ha ido cambiando, lo que antes era para la propia casa y familia ha pasado a ser para la venta fuera de la casa y actualmente se centra principalmente en la venta a visitantes y tiendas especializadas. También han surgido nuevos productos que responden a las exigencias del mercado. Hay quienes siguen tejiendo a sus cercamos, otras venden a revendedores o acumulan para vender en ferias durante los meses de verano. También hay quienes venden directamente a compradores por medio de sus redes sociales.
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Teatro tradicional de títeres
Como "una imagen plástica capaz de actuar y representar”, el títere es la expresión del imaginario fantástico del ser humano, por lo que se manifiesta en diversas culturas y estadios culturales de los pueblos antiguos. Existen muñecos articulados rescatados en tumbas y sepulcros en museos de todo el mundo, lo que refleja la antigüedad milenaria de este arte.El arte del títere explora en el terreno de la imaginación, en un contexto animista, dando vida a lo que no lo tiene. El títere no replica la realidad, la imita. El y la titiritera es quien ayuda a manifestar al ser animado; además, “la actuación del títere es, por tanto, muy diferente a la actuación del actor. El títere es el personaje, el actor está, no siempre, en el personaje”.En Chile el oficio del Teatro Tradicional de Títeres se yergue desde la cultura popular urbana, siendo su expresión patrimonial el arte del títere y la marioneta. Se trata de un arte sin crético que ha perdurado en su vertiente tradicional por más de cinco siglos en América Latina. Esta práctica se caracteriza por la recreación de historias y relatos que muestran mundos reales o de fantasía, que a menudo contienen episodios de la historia de un país, moralejas éticas o enseñanzas de vida; cuenta verdades de una forma satírica o entretenida para el público; mantiene vivas historias locales y saberes que forman parte fundamental de nuestras identidades y memorias; y rescata el patrimonio o cultural y natural del país.La juglaría es un rasgo del teatro tradicional de títeres, esto es la movilidad constante del titiritero entre países, regiones, o localidades, y la conexión de sus cultores con la comunidad, lo que también los convierte en portadores/as de la cultura viva comunitaria. La improvisación es también parte del lenguaje del títere tradicional, que está siempre listo para reaccionar ante cualquier imprevisto o desafío del público. En especiales ocasiones, incorpora en sus textos el verso, la décima, aunque es mucho más frecuente el uso de simples juegos con rimas de palabras para una mejor llegada con el público infantil. Si bien es cierto la infancia es uno de los principales públicos, es preciso señalar que el teatro de títeres abarca un público etario diverso y transversal.Como los públicos son amplios y las técnicas son diversas la dramaturgia está escrita para propuestas dramáticas y propuestas no convencionales, tanto confines educativos, de entretención, como expresión poética o manifestación cultural. Por ello, se incorpora la sátira la irreverencia que narra contextos históricos, problemas sociales y políticos, etc.; pero también se utilizan lenguaje y argumentos simples y directos a la espera de formar públicos, crear conciencia crítica, o rescatar, difundir y poner en valor el patrimonio natural o cultural del país.En cuanto a la confección de estos muñecos, antaño se trabajaba, principalmente, con títeres hechos con la técnica de papel maché y marionetas de madera. Sin embargo, hoy en día se han incorporado nuevas materialidades, con las cuales se construye el títere de goma espuma, el títere tejido de lana o de vellón, y el títere hecho con materiales reciclados, o una fusión de estas materialidades, entre otros.Además, durante este proceso de creación en el entorno familiar y social se van c...
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Canto a lo poeta
El Canto a lo Poeta corresponde a una tradición oral de tipo poético-musical basada en la memoria y el improviso, cuya expresividad popular viene a manifestar la cultura rural y semi-rural que pervive al día de hoy en los campos y poblados de Chile. Su práctica se realiza a través de la décima y algunas otras formas estróficas como la cuarteta. Al Canto a lo Poeta pertenecen las modalidades expresivas de Canto a lo Divino (de carácter netamente devocional), Canto a lo Humano (de carácter mundano), la paya, la cueca, el improviso o improvisación. Por lo tanto, el Cantor a lo Poeta, es la persona que domina casi en su totalidad la mayoría de estas facetas. Al respecto, si bien históricamente ha sido desarrollada principalmente por hombres, han existido y existen mujeres que la han llevado al más alto sitial de la cultura popular chilena, identificándose en ellas a algunas de las principales salvaguardadoras y transmisoras de la tradición.En cuanto a su origen y desarrollo, si bien comienza a situarse y diseminarse durante la conquista española en toda América, es en Chile con más de 400 años donde se asienta, toma fuerza y genera singularidades que la proyectan como tradición propia en; lo musical (tonadas o entonaciones), instrumental (guitarrón y guitarra traspuesta) y modos de representación (canto en rueda). Junto a lo anterior, se destaca el hecho de que el Canto a lo divino no solo se ha mantenido, sino que también ha prosperado y florecido cuando en otras latitudes del continente ya se encuentra totalmente perdido.Geográficamente, en la actualidad se desarrolla entre los valles del Norte Chico y la zona central de Chile, existiendo presencia de cultores de manera excepcional en otras zonas del país.
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Baile de los Negros de Lora
El Baile de Negros es una expresión de religiosidad popular desplegada por un colectivo ritual que ejecuta música y danzas en devoción a la imagen de la Virgen del Rosario en su fiesta patronal, realizada cada tercer domingo de octubre en la localidad de Lora, comuna de Licantén, Región del Maule. En ella intervienen distintos devotos con sus respectivas funciones, tanto en la procesión como en la ejecución de música y danza ritual en honor a la imagen sagrada y preparación de la fiesta. Son encabezados por un abanderado y 8 a 10 parejas de pifaneros, que ejecutan sus pifilcas, instrumentos de viento mapuche, al ritmo que marca un tamborero. El abanderado suele ser quien tiene mayor edad entre los pifaneros y por su parte existe un capellán del baile que será el pifanero de mayor antigüedad ininterrumpida en funciones, por lo que ambos roles tienen a recaer en la misma persona. Todos ellos visten camisa celeste, corbata rosa y pantalón negro, con una banda tricolor nacional cruzada al pecho. Este grupo es flanqueado por hombres empellejados y mujeres vestidas de "indias", acompañados en la danza por la comunidad celebrante al interior de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Los empellejados, compadritos o encuerados van ataviados de piel de cordero, máscaras zoomorfas del mismo material y un bonete o cucurucho con guirnaldas multicolor. Portan una huasca y una espada de madera con chapitas o sonajas metálicas clavadas por un lado a modo de idiófono, las que al ser percutidas contra el piso al ritmo del tambor acompañan la ejecución de las pifilcas. Las indias visten a la usanza mapuche, con vestido negro y atavíos que imitan trarilonkos y trapelacuchas. Portan una vara o bastón adornado con cintas de colores con el que percuten el piso de la iglesia acompañando el baile. Indias y empellejados tienen como función mantener el orden, custodiar a la Imagen y espantar a los malos espíritus. Al finalizar las ejecuciones dedicadas a la Imagen, pifaneros, compadritos e indias ejecutan 3 cuecas de características endémicas celebrando el término de la fiesta. En esta manifestación además intervienen cultores y cultoras que cumplen roles de soporte, como quienes tiran del carro de la Virgen en la procesión, quienes visten y preparan la Imagen, quienes adornan la Iglesia y quienes gestionan los recursos para la implementación técnica y tecnológica de la fiesta. En este sentido, se trata de una expresión de cará...
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Pasacalles devocionales de la cultura chilota
Las Bandas de Pasacalles de la cultura chilota son agrupaciones musicales compuestas por feligreses del pueblo y de otros lugares que se reúnen para la celebración de las fiestas patronales de cada comunidad. Esta manifestación social y musical pertenece a la tradición cristiana, expresándose al interior de diversas localidades del área cultural de Chiloé desde la Región de Los Lagos hasta la Patagonia chilena y argentina. Las integran, hombres y mujeres de distintas edades, quienes son convocados por las instituciones comunitarias religiosas que de cada fiesta.Las bandas de pasacalles se originan con la llegada hispana al continente. Desde Europa viajaron músicos, trayendo melodías religiosas, marchas militares y el canto popular. Su origen no es tan claro, al menos, sabemos de la influencia religiosa y militar. A través de la evangelización católica (siglo XVI) y la instalación de las misiones en la Provincia de Chiloé, a cargo de los Jesuitas y los Franciscanos quienes introducen la música y los cánticos durante la Misión Circular de Chiloé (periplo anual donde los misioneros circulaban de pueblo en pueblo realizando la evangelización dejando a sus paso la enseñanza y la tarea en manos de las comunidades hasta la visita del próximo año). Desde lo militar, existe una relación toda vez que en las bandas de pasacalles se han utilizado los mismos instrumentos de las bandas militares, ejerciendo en ambos casos el rol de aviso sonoro, para las milicias para los efectos de avisar del combate o peligro, mientras que en el ámbito de lo religioso, para el anuncio de la fiesta del pueblo. El “Pasacalle” es música sin texto, que a lo largo de las décadas ha ido variando en la composición de los instrumentos. La música tiene una base rítmica compuesta por instrumentos de percusión: bombo o tambor, caja chica o redoblante y quijada. La base melódica está a cargo del acordeón y la guitarra española. Desde la primera parte del siglo XX la comunidad se apropia e integra el acordeón, quién toma protagonismo en detrimento de flautas y violines que casi han desapareciendo de las procesiones. Muchos de estos instrumentos eran confeccionados de manera artesanal y hoy son comprados en el comercio. No existe un modelo único de Banda, en tanto que la presencia de tipos de instrumentos, dependerán de los que estén disponibles en la comunidad y de los músicos convocados.El Pasacalle como pieza musical tiene variaciones en las melodías según localidades. En Calbuco y Puerto Montt, las variaciones están en el ritmo, pues la melodía es una sola. En Archipiélago de Chiloé, se aprecia una reducción del repertorio melódico, acentuando la influencia del pasacalle típico de la Fiesta del Nazareno de Caguach. Las Bandas de Pasacalles cumplen un rol fundamental en el ánimo de las fiestas de cada pueblo, son la sonoridad y alegría durante las procesiones en simultaneidad con el rezo de los gozos y el repique de las campanas de la Iglesia.
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Canto a lo poeta
El Canto a lo Poeta corresponde a una tradición oral de tipo poético-musical basada en la memoria y el improviso, cuya expresividad popular viene a manifestar la cultura rural y semi-rural que pervive al día de hoy en los campos y poblados de Chile. Su práctica se realiza a través de la décima y algunas otras formas estróficas como la cuarteta. Al Canto a lo Poeta pertenecen las modalidades expresivas de Canto a lo Divino (de carácter netamente devocional), Canto a lo Humano (de carácter mundano), la paya, la cueca, el improviso o improvisación. Por lo tanto, el Cantor a lo Poeta, es la persona que domina casi en su totalidad la mayoría de estas facetas. Al respecto, si bien históricamente ha sido desarrollada principalmente por hombres, han existido y existen mujeres que la han llevado al más alto sitial de la cultura popular chilena, identificándose en ellas a algunas de las principales salvaguardadoras y transmisoras de la tradición.En cuanto a su origen y desarrollo, si bien comienza a situarse y diseminarse durante la conquista española en toda América, es en Chile con más de 400 años donde se asienta, toma fuerza y genera singularidades que la proyectan como tradición propia en; lo musical (tonadas o entonaciones), instrumental (guitarrón y guitarra traspuesta) y modos de representación (canto en rueda). Junto a lo anterior, se destaca el hecho de que el Canto a lo divino no solo se ha mantenido, sino que también ha prosperado y florecido cuando en otras latitudes del continente ya se encuentra totalmente perdido.Geográficamente, en la actualidad se desarrolla entre los valles del Norte Chico y la zona central de Chile, existiendo presencia de cultores de manera excepcional en otras zonas del país.
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Canto campesino de la región del Maule
El canto campesino ha acompañado históricamente las festividades campesinas, identificándose con las vivencias del campesinado pobre, teniendo entre sus temáticas el territorio, las faenas agrícolas y especialmente, el amor y desamor, lejos de una mirada idealizadora, sino una contemplativa y realista. Es identitario de la zona de Chile central. Las cantoras, normalmente mujeres pertenecientes a las mismas comunidades, han alegrado celebraciones comunitarias, convirtiéndose en elemento central de sociabilidad campesina y en vehículo de transmisión de tradiciones. En su figura se mezcla la creación y el aprendizaje, recreando y recopilando parte de las tradiciones orales que las caracterizan como comunidad. Han recibido este conocimiento, la mayoría de las veces, desde las mujeres de la familia, logrando a través de la imitación el uso de la guitarra traspuesta, las afinaciones características y sus toquíos personalizados. Tradicionalmente el canto campesino es descrito como una práctica de mujeres, en las generaciones más jóvenes es posible encontrar hombres. El canto campesino se mantiene vigente, creándose y recreándose constantemente, en mateadas, celebraciones comunitarias, festividades locales y encuentros de cantoras, teniendo la autogestión y la sociabilidad comunitaria un rol central en su permanencia. En general se realiza mde manera individual, aun cuando dentro de una misma familia puedan existir varias/os que compartan el saber. Si bien es conocido el hecho de que existe también en otras regiones, para este caso la comunidad se conforma por 47 cantoras y cantores, principalmente del campesinado de la zona central, quienes cultivan y transmiten esta tradición, identificando exponentes con edades que van entre los 14 y los 90 años . “…Es la tierra, por eso es que el canto campesino tiene un valor y un sentido tan grande, porque tiene sentido de vida...” Mauricia Saavedra“Mientras canto voy viviendo la letra en el espíritu...” Jaime Garrido
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